Son muchos los riesgos que
tenemos siendo una empresa solar:
Ausencia repentina de “el sol”. ¿Qué sucedería si en la empresa solar, el “sol” se enferma? Es casi seguro que la empresa entrará en una crisis tan grande que la lleve a la quiebra.
Cuando nos enfermamos, es
cuando más necesitamos de que nuestra empresa funcione correctamente. Pero si
“el sol” siempre se encarga de todo, es imposible que la empresa siga adelante
sin él.
Recordemos que nadie es
imprescindible en una empresa, ni siquiera el dueño.
Baja eficiencia operativa. Al no haber un proceso o mecanismo que ayude a los empleados, ellos realizan las actividades basados en su propio entendimiento.
Dificultades en la expansión. Aunque tengamos el dinero necesario de repente no tenemos las habilidades necesarias para controlar un negocio a distancia. Todo se reduce a la siguiente pregunta: ¿dónde puede encontrarse a otra persona confiable que tenga todas las habilidades que “el sol” ha desarrollado? La respuesta es evidente: en ningún lugar.
Hoy en día, si queremos construir y hacer que crezca nuestra base de clientes es necesario tener confianza con nuestro mercado a través de la calidad de nuestro servicio.
La empresa debe de estar
más cerca del cliente, es por ello que debemos abrir sucursales que operen al
mismo nivel de eficiencia que la casa madre. Sin embargo, sin una estructura organizacional
adecuada y sin procesos formales de negocio, esto se volverá imposible.
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