Continuando con nuestro artículo sobre cómo realizar una buena gestión en tiempos de crisis, seguiremos con una visión más allá de los costos, el liderazgo de alta calidad, y la conclusión de nuestro artículo.
Más allá de los costos
Es posible observar la introducción con éxito de nuevos productos o que se haya logrado un aumento de la participación en el mercado. Se descubrirá una notable mejoría de la productividad o un índice estadístico mejorado de la satisfacción del cliente. Sea cual sea el caso, los resultados favorables no dejan lugar a dudas. El resultado no es sólo una valoración personal, que pueda ponerse en tela de juicio por los que se oponen al cambio.
Conseguir éxitos a corto plazo no es lo mismo que desear éxitos a corto plazo. Desearlos es pasivo, conseguirlos es activo. En una buena transformación, los directivos buscan activamente modos de mejorar nítidamente los resultados, estableciendo metas en el sistema de planificación anual, alcanzando los objetivos y recompensando a las personas que toman parte en el proyecto mostrándoles reconocimiento.
Los directivos suelen quejarse de la exigencia de resultados en poco tiempo, pero incluso esta presión puede ser muy productiva en tiempos de cambio. Cuando el personal ve claro que los cambios verdaderamente importantes costarán mucho tiempo, la sensación de urgencia puede reducirse. Los compromisos para obtener éxitos a corto plazo ayudan a mantener la sensación de urgencia y obligan a realizar un pensamiento analítico detallado que pueda aclarar o modificar la visión.
Liderazgo de alta calidad
Vivimos tiempos de cambios rápidos y adaptación imperativa, tenemos organizaciones frente un escenario donde les corresponde sobrevivir, crecer y ser competitivas, la forma como respondan a estos tres aspectos determinará, si la organización realidad darwiniana en su esencia y existencia puede salir airosa en el curso del tiempo.
La organización debe tener un Gerente o un Ejecutivo de Desarrollo Organizacional que señale el derrotero, desde el mundo interno de la organización, coordine y cree nuevos procesos, instrumente acciones para garantizar que la empresa pueda sobrevivir, crecer y ser competitiva. El debe planear, instrumentar, e implementar el sistema de desarrollo organizacional en la empresa.
Conclusión
La transformación es imposible a menos que la amplia mayoría de personas estén deseando ayudar, aunque en ocasiones ello suponga sacrificios en el corto plazo. Los empleados no harán sacrificios, incluso si están insatisfechos con las condiciones imperantes, a menos que ellos crean en la posibilidad de un cambio útil. Si no se mantiene una comunicación creíble, y, además, una gran cantidad de comunicación creíble nunca se llegará a conquistar los corazones y las mentes de los empleados de base.
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