Ya que sepas cuánto necesitas para llevar una vida tranquila y cuál es el salario que mereces, llegó el momento de cotejar las cifras con las finanzas reales de tu empresa. Para ello, necesitas revisar la proyección de flujo de efectivo en tu plan de negocios y asegurarte de que está entrando suficiente dinero como para cubrir tu propio esquema y otros gastos de operación.
En un plano hipotético, tu flujo de efectivo debería reportar un excedente considerable para pagar tu salario a precios del mercado, reinvertir fondos en la compañía y dejar un pequeño margen de error. Desafortunadamente, la historia de varios emprendedores inicia con déficit, por un lapso que puede ir de seis meses a dos años. El consejo es empezar con el rango de salario mínimo y cuando pase la prueba del periodo de arranque, considerar un posible aumento con base en el crecimiento del mercado.
Otra opción para que tu sueldo se vuelva un aliciente y no lo padezcas es diseñar un esquema de comisiones. Es decir, a tu salario mínimo podrás sumarle una cantidad a cuenta de nuevos clientes y cierre de tratos. Además de que te motivará a trabajar más para ganar un ingreso extra, ayudarás al desarrollo de tu empresa. Estas comisiones serán como una recompensa por el esfuerzo.
También podrías, por ejemplo, decidir que cuando tu negocio alcance números negros tomarás un porcentaje de las utilidades cada trimestre fiscal como bono. Esta cifra puede variar, dependiendo de las metas que como propietario hayas fijado, las necesidades financieras personales y la filosofía de reinvertir las ganancias de la compañía.
Iniciar un negocio requiere de mucha paciencia y algunos sacrificios. Por lo que el consejo es que pongas en práctica la idea de invertir algunas utilidades para aspirar a mediano plazo a un sueldo como el que tendrías en caso de ser empleado. En el momento en que tu compañía empiece a reportar ganancias, habrá llegado la hora de reevaluar tu sueldo. Por lo general, esto se traduce en un incremento salarial equivalente en porcentaje a la tasa de crecimiento anual del negocio.
Sin embargo, al igual que con tu estructura de bonos, no existe una ecuación de oro para determinar el aumento apropiado. Deberás calcularlo de acuerdo con la naturaleza de tu industria y las metas de tu empresa.
Sea cual sea la decisión que tomes durante la primera etapa de tu negocio, revisa tu compensación cada seis meses pues, conforme evolucione, el modelo de flujo de efectivo y necesidades de capital podrían cambiar de forma drástica. De este monitoreo dependerán los ajustes a tu sueldo, mismos que deben ir a favor tanto de la organización como de tus finanzas personales.
¿CUÁNTO NECESITAS EN REALIDAD?
Completa esta tabla con tus datos
$_________ Renta / hipoteca
$_________ Seguro médico
$_________ Costo del automóvil (mensualidad, seguro y mantenimiento)
$_________ Otros gastos de transportación
$_________ Actividades recreativas (restaurantes, cine, exposiciones, etc.)
$_________ Comida
$_________ Servicios (luz, agua, gas, mantenimiento, etc.)
$_________ Servicios de comunicación (teléfono, celular, TV de paga, etc.)
$_________ Pago de tarjetas de crédito y departamentales
$_________ Cuidado personal (gimnasio, estética, etc.)
$_________ Pago de impuestos
$_________ Otros gastos
$_________ Total de gastos anuales
Analiza los resultados
$_________ Cantidad de ahorros personales invertidos para arrancar el negocio.
$_________ Salario u otro tipo de ingreso
$_________ Resultado de sumar los dos conceptos anteriores.
$_________ Resultado de restar el total de gastos anuales menos la sumatoria anterior: salario mínimo esencial anual.
$_________ Dividir el resultado anterior entre 12: salario mínimo esencial mensual.
$_________ Total de gastos anuales: salario mínimo anual.
$_________ Dividir el resultado anterior entre 12: salario mínimo mensual
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