miércoles, 26 de septiembre de 2012

Ideas que se transforman en empresas



No pensemos mucho. La idea de negocio que tenemos rondando nuestra mente hay que crearla, desarrollarla, generar comentarios y perfeccionarla con las críticas.
De nada sirve que tengamos una buena idea sino la plasmamos para ponerla en acción.
Tímido. Cuando tengamos alguna idea en mente, tenemos que compartirla para enriquecerla. Una idea está mejor construida si está hecha entre varias personas.
Agradarles a todos. Cuando pongamos en práctica nuestra idea, pensemos que no a todos les va a gustar.
No nos exijamos demasiado: cuando presentemos nuestra idea a los clientes hay que regirnos al “menos es más”.
Perder tiempo: no malgastemos nuestro  tiempo en redacciones de documentos inútiles, no  porque nuestro informe sea más voluminoso, será el más exitoso. 


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