viernes, 14 de diciembre de 2012

Incentivemos nuestra creatividad


En  algunas ocasiones el peor enemigo de un creativo, es uno mismo. Como personas creativas tratamos continuamente de retarnos y si lo que producimos no está a la altura de nuestras expectativas, tendemos a frustrarnos.
En este caso  tendremos que tranquilizarnos y darle alas a nuestra imaginación con el apoyo de nuestro desarrollo  profesional.
Aquí algunas claves para conseguirlo:
1. Aceptación: no juzguemos nuestra  situación actual como  buena o mala, sino simplemente como es.
Luchemos por mantener la motivación  y dar nuevas ideas.
2. Liberémonos de las expectativas: en algunas ocasiones nosotros mismos tenemos las expectativas muy altas y rígidas, pero debemos de cambiar.
Evaluemos si nuestras expectativas son realmente razonables y prácticas, y si no lo son, no tengamos miedo en modificarlas para hacerlas más flexibles.
 3. Decirnos palabras amables a nosotros mismos: Da igual lo amables y cariñosos que nos mostremos con los demás. La amabilidad que desplegamos con nuestros semejantes no significa que apliquemos esa misma amabilidad a nosotros mismos. A la hora de evaluarnos a nosotros mismos, solemos utilizar palabras ásperas que debemos aprender a sustituir poco a poco por palabras más amables y cariñosas.
4. no perdamos de vista nuestros éxitos pasados: cuando tratamos de sacar a flote nuestra creatividad, es fácil perder la perspectiva con respecto a nuestros logros pasados.
No olvidemos nunca nuestros éxitos.
5. Todos los logros valen así sean pequeños: es importante que nos demos crédito por nuestros pequeños logros, inclusive cuando no hemos logrado llegar a nuestra meta final. Los pequeños éxitos que hayamos podido acumular en el camino son igualmente importantes.


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