lunes, 9 de septiembre de 2013

Expandamos nuestro negocio sin sacrificarnos

Al iniciar un negocio, es común que los dueños realicen la mayoría de tareas: desde la venta hasta las operaciones de caja. Pero si después de un año seguimos siendo el “hombre orquesta. Corremos el riesgo de desarrollar una empresa solar y ser esclavo de nuestro negocio de por vida.



Una empresa solar está integrada por un dueño que trabaja para el negocio y no el negocio para él, ya que gira a su alrededor. Esta situación nos impedirá crecer y expandirnos, ya que no podremos tener largas jornadas de trabajo, el resto de la vida.

Si tenemos una empresa solar, es probable que:

  • Todas las decisiones pasan por neutras manos: ventas, pagos, descuentos, contrataciones, pago a proveedores, etc. En realidad somos la única persona dentro de la empresa autorizada a tomar decisiones.
  • Somos el mejor vendedor de la empresa y cuando surja alguna oportunidad de cliente importante, somos de la opinión de que debemos atenderlo así tengamos otros vendedores.
  • Somos el que realiza las compras, porque ninguno de nuestros empleados es “tan hábil” como nosotros para escoger correctamente los productos o insumos.
  • Somos nosotros quienes realizan las contrataciones, porque somos “el que tiene mejor ojo” para la gente.
  • Es común que realicemos actividades que deberían hacer nuestros empleados porque de lo contrario no saldrían como lo esperábamos.
  • Solo nosotros entrenamos a los nuevos empleados por somos los que “más conocen” el negocio.
  • Trabajamos entre 50 y 70 horas a la semana, porque si no  las cosas no salen como esperamos.
  • No salimos los fines de semana ni vamos a fiestas familiares, porque tenemos que quedarnos cuidando el negocio.
  • No podemos salir de vacaciones, porque no podemos ausentarnos sino el negocio se paraliza.

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