Esa regla que dice “el cliente siempre tiene la razón”, es casi una
ley para muchas de las empresas. Sin embargo, los clientes no siempre están en lo
correcto y simplemente buscan la manera de quejarse o sacar partido de la
situación.
Por eso hay que tener cuidado
y saber cuándo escucharlos y cuándo no; sin embargo, hay que tener siempre
presente el darles la mejor atención posible.
Estos son algunos ejemplos que
da el experto Steve McKee, en los cuales explica en qué circunstancias el
cliente no tiene la razón.
Clientes indecisos
Los clientes no siempre saben lo que quieren y en ocasiones se dejan llevar por sus impulsos a la hora de comprar, y por lo tanto llevan un producto que más tarde no usarán. Por eso, tu labor es tratar de guiarlos sobre las ventajas y desventajas que ofrece tu producto y cuáles son sus verdaderas utilidades.
Clientes sin conocimiento
Hay clientes que no conocen en profundidad un producto, y luego terminan proponiendo que se le hagan cambios o modificaciones que llegan a ser absurdos.
En este caso, se debe revisar el producto junto con el cliente para explicarle bien su funcionamiento y tratar de entender en qué falló su modo de uso.
Clientes que nos engañan
Es común que cuando se realizan los estudios de opinión, los consumidores mientan sobre sus gustos para que así no tengan que volver a responder este tipo de preguntas. Cuando hagas algún estudio de mercado o una simple encuesta procura no tomar en cuenta ni el comentario más positivo ni el más negativo, esto te dará una media más confiable acerca de lo que piensan de tu oferta.
Clientes siempre insatisfechos
Éstos son los que nunca están conformes con lo que compran y siempre quieren la devolución de su dinero. Incluso inventan excusas para desprestigiar el producto.
Ten cuidado con cualquiera de estos tipos de clientes, pues aunque no tienen la razón, sí pueden aprovechar las circunstancias para hacer mala fama a tu negocio. Procura que tu atención y tu oferta siempre sean de calidad, así no tendrás que preocuparte por este tipo de situaciones.
Clientes indecisos
Los clientes no siempre saben lo que quieren y en ocasiones se dejan llevar por sus impulsos a la hora de comprar, y por lo tanto llevan un producto que más tarde no usarán. Por eso, tu labor es tratar de guiarlos sobre las ventajas y desventajas que ofrece tu producto y cuáles son sus verdaderas utilidades.
Clientes sin conocimiento
Hay clientes que no conocen en profundidad un producto, y luego terminan proponiendo que se le hagan cambios o modificaciones que llegan a ser absurdos.
En este caso, se debe revisar el producto junto con el cliente para explicarle bien su funcionamiento y tratar de entender en qué falló su modo de uso.
Clientes que nos engañan
Es común que cuando se realizan los estudios de opinión, los consumidores mientan sobre sus gustos para que así no tengan que volver a responder este tipo de preguntas. Cuando hagas algún estudio de mercado o una simple encuesta procura no tomar en cuenta ni el comentario más positivo ni el más negativo, esto te dará una media más confiable acerca de lo que piensan de tu oferta.
Clientes siempre insatisfechos
Éstos son los que nunca están conformes con lo que compran y siempre quieren la devolución de su dinero. Incluso inventan excusas para desprestigiar el producto.
Ten cuidado con cualquiera de estos tipos de clientes, pues aunque no tienen la razón, sí pueden aprovechar las circunstancias para hacer mala fama a tu negocio. Procura que tu atención y tu oferta siempre sean de calidad, así no tendrás que preocuparte por este tipo de situaciones.
Buena Suerte!
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