1. Estudia tu mercado. Invierte
tiempo para ser un experto conocedor de tu mercado. Asiste a exposiciones
comerciales y eventos que tus consumidores consideren importantes. Ahí podrás
convivir de cerca con ellos. También aprovecha la ocasión tanto para observar
qué está haciendo tu competencia como para detectar qué tipo de productos y
servicios son los más demandados. Otra opción es mantenerte al día sobre las
tendencias del mercado a través de publicaciones especializadas e involucrándote
y participando en cámaras y organizaciones gremiales.
2. Ponte en los zapatos de tu
cliente. Un grave error es pensar que el servicio al cliente es una
actividad estandarizada y que las mismas tácticas funcionarán para satisfacer
las expectativas de todos. Las personas son únicas y especiales. Ponte en los
zapatos de la otra parte y plantéate la siguiente cuestión: ¿cómo me gustaría
que me traten: bien o mal? Entonces ofrece un trato, al menos, bueno. Mejor
aún, excelente. Inicia con un plan general de atención y, según sea el caso,
diseña estrategias específicas para crear una experiencia "diferente"
para cada cliente.
3. ¿Cómo iniciar con el pie
derecho? El secreto está en hacer las preguntas correctas al inicio y al
final de la conversación que tengas con un cliente. Agradécele el tiempo que te
ha dado y después pregunta: "Sólo por curiosidad, ¿por qué aceptó esta
cita?" La mayoría te contará sobre las experiencias vividas con diferentes
productos y compañías. Tú sólo concéntrate en escuchar. Este hecho demostrará
que, por un lado, tienes interés, mientras que obtendrás información valiosa y
el canal de comunicación quedará abierto para cuando sea tu oportunidad para
exponer tus propuestas.
4. Haz preguntas correctas. Un
error común es cuestionar a los clientes de forma incisiva. Por ejemplo: ¿Qué
objetivos le gustaría alcanzar en su empresa? Aunque recibas respuesta, quizás
no sea del todo verdadera. Otra equivocación es preguntar: ¿está satisfecho con
las ventas de su negocio? La contestación será "sí" o "no",
terminando de tajo con la conversación. En cambio, contempla esta posición:
"Con base en su experiencia, ¿qué herramientas, aliados o recursos
necesita para incrementar sus ventas?". La interrogante es directa y deja
la respuesta "abierta", invitando al consumidor a compartir todo lo
que tiene en mente. Prevé estas situaciones y prepárate antes de una cita. El
cliente sentirá que está frente a un experto capaz de brindarle un servicio de
excelencia.
5. ¿Qué busca un cliente? Cuando
una persona adquiere un producto o servicio en realidad está comprando
emociones. Si todos tenemos cinco sentidos, provoca que tus consumidores
experimenten con cada uno de ellos. Por ejemplo, ir al cine no se limita a ver
una película, sino a un momento de entretenimiento que va acompañado de
imágenes, sonidos, alimentos y bebidas. "Calidad" es lo que debes dar
al cliente. "Servicio" es la manera en cómo se lo vas a dar. Tú
eliges de qué manera: entrega de una pizza en menos de 30 minutos; un servicio
de mensajería en sólo 24 horas; si no hay negocio para ti, te devolvemos tu
dinero, etc.
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