Hace algunos años los negocios funcionaban de
una manera amena y útil, no había necesidad de requerir fuerza de ventas, ni
promociones y estrategias.
Pero hoy en día, es más que necesario, pues
queremos ser atractivos para el cliente, dar un mejor servicio que la
competencia y ser la mejor opción del
mercado.
1) Tomemos decisiones
Los clientes no quieren invertir su tiempo en pasear de tienda en tienda. Debemos ayudarlos a tomar decisiones, para ello tratemos de conocer más al cliente, saber lo que realmente desea, porque a veces ni ellos lo saben.
Mientas más
información tengamos, más fácil nos resultará ayudarlos en su decisión.
2) Conozcámonos
Cuando comencemos la empresa, y tengamos pocos clientes. Llamémoslos, preguntémosles si están conformes con sus pedidos, si les gusto y si no ¿Por qué?, y como llegaron a nuestra empresa.
Luego analicemos toda
esa información y busquemos soluciones.
3) Encontremos el “motivo de atracción”
No creamos que somos los únicos con fortalezas, analicemos a nuestra competencia e identifiquemos cuales son las suyas.
Seamos objetivos y
eliminemos las fortalezas que los dos poseemos.
Ahora esa fortaleza
debe ser el beneficio único y relevante de nuestro producto o servicio, el cual
es el motivo de atracción para nuestros clientes.
4) Comuniquémoslo
Hagamos que nuestro
“motivo de atracción” este en todos lados: anuncios, presentación, tarjetas,
web, redes sociales, etc.
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