Cuando una persona desconocida, llama a una
empresa, y ésta no está preparada para este tipo de contacto, y lo hace sentir como de segunda categoría, no le
presta mucha atención y evita hablar mucho pues piensa que le está quitando su
preciado tiempo. Esa empresa no llegara
muy lejos.
Detrás de la llamada del desconocido, puede
haber miles de buenas posibilidades para el
negocio, tanto en eventos, actuaciones, proyectos grandes, que logren
que la empresa crezca.
Pero como no le dieron un buen trato, esas
posibilidades se esfuman. Por ello es necesario que busquemos personal, que
sepa cómo tratar a los clientes, que garantice por todos los medios la
satisfacción del cliente y aprovecharlo para crear buenas experiencias para él,
logrando así cautivarlo y sorprenderlo.
Si queremos lograrlo debemos tomar algunas
decisiones en el negocio: la recepcionista y la secretaria, deben ser
capacitadas en Servicio al Cliente, pues deben afrontar a estos clientes con la
debida seriedad e importancia que amerite el caso, evitar que el interlocutor
se sienta incómodo y darle una respuesta amigable a cada una de sus preguntas.
Tomemos en cuenta que los motivos que pueden
hacer que un desconocido llame a nuestro
negocio, sean miles: productos, precios, horario de atención,
promociones, ofertas, etc.
Hay miles de posibilidades que debemos de
tomar en cuenta, aprovechemos que aún podemos modificar esos puntos frágiles,
diferenciémonos de la competencia y construyamos lealtad con los clientes y
veremos como nuestra imagen de marca
cambia favorablemente.
Cuidemos al cliente desconocido, pues nuestra
mala atención podrá ser que nuestro negocio, decaiga y que frustre el
crecimiento de nuestra pyme.
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