El crear y mantener a
nuestra empresa dependerá de nuestro conocimiento del tema, del coeficiente
intelectual y de la inteligencia emocional.
La inteligencia
emocional se basa en que reconozcamos nuestros propios sentimientos y el de los
demás. Esto nos sirve, para tener un manejo de las emociones y de las
relaciones con nuestro entorno.
Aquí algunas características que debemos tomar
en cuenta:
- Confiemos. Debemos evolucionar junto con nuestro negocio, debemos aprender a confiar en las
personas que trabajan para nosotros y
delegarles responsabilidades
- Curioseemos. Debemos de ser curiosos para crear,
innovar y reinventar nuestro negocio. Y sembrarles a nuestros empleados el
mismo, para que sientan satisfacción de poder ayudarnos y ser parte activo de
la empresa.
- Intentemos. Debemos
de incentivar a nuestro equipo de
trabajo, para sacar adelante a la empresa. Para esto hay que definir objetivos
y metas, tanto sociales, ambientales, personales y económicas.
- Tengamos autocontrol. Nuestro enemigo es la confusión y
el desorden. Es primordial que tengamos mucho autocontrol, tanto personal como
con el entorno y en área laboral.
- Relacionémonos. La
relación empresario – cliente está hecha en base a la confianza y la empatía, así sabremos que desean y como lo
desean. Esto nos servirá para obtener vínculos más personales.
- Comuniquémonos. Transmitamos
ideas a nuestro equipo de trabajo y a nuestra clientela.
La buena comunicación
generara confianza y fidelidad con la
empresa.
- Cooperemos. La unión
entre empresario, trabajador y cliente es la clave para lograr beneficios. Hay
que tener en cuenta que todos buscamos algo y que deseamos que sea lo más beneficioso para cada uno.
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