Cuando un cliente hace un
reclamo, este puede convertirse en un punto favorable y en algunas ocasiones
parte importante de la fidelización del cliente.
Todo eso se puede lograr
si, cuando el cliente hace el reclamos,
se va satisfecho con la forma en como lo solucionamos.
Podemos adecuar algunas
reglas a nuestra empresa para poder
enfrentar un reclamo.
1. Controlemos nuestros gestos. Puede que sin darnos cuenta, nuestro lenguaje
no verbal (gestos) este diciendo algo que no pensamos ni sentimos, esto puede
malograr toda la situación.
2. Reflexionemos. ¿El reclamo es racional o emocional? Si es emocional
trate de sintonizar con el cliente, pues si no conecta con él, puede que la
dimensión de malestar no tenga límites.
3. Seamos objetivos.
Tengamos una actitud 100% positiva, con ello lograremos que el cliente se
sienta seguro y cómodo, así será mucho más fácil de resolver su dilema con la empresa.
4. Aceptemos. El
cliente tiene todo el derecho a
reclamar, tengamos calma y no o veamos como un ataque personal, más bien
como una ayuda para mejorar.
5. Facilitemos. Hagamos cada proceso más rápido, así
lograremos que el cliente sienta que hay
una buena atención y su resultado será mucho más satisfactorio
para ambos lados.
Cuando
atendamos un reclamo, tratemos de tomar en cuenta los pasos anteriormente
dados, pues podemos lograr la fidelización del cliente e incluso hacer que
comente su buen resultado con amistades,
familiares, etc.
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